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                 FRANCISCO MORALES 
                
                My Own Business, ganador absoluto de los títulos
                de campeón venezolano y rey del Caribe, se queda
                definitivamente en Venezuela. Se desecha el viaje a los Estados
                Unidos. "Y es que ese caballo pertenece ya al público hípico,
                un patrimonio nacional en su especialidad", sentenció su
                propietario, el doctor Hugo Albarrán Acosta, a su regreso después
                de la conquista de Puerto Rico del Clásico del Caribe 2000 el
                pasado domingo en el hipódromo El Nuevo Comandante. 
                My Own Business regresó. Desde anoche, a las
                8:30, se halla en su ambiente, en el establo de Antonio Bellardi.
                En su retorno vino acompañado del ejemplar Vuelve Jorge, que
                arribó al haras San Isidro para ser sometido a un descanso; y
                de la yegua Hechicera, que retornó a la cuadra de Julio Ayala.
                Luego de su abordaje a toda la cuenca del Caribe, simulando al
                mejor corsario, está a la espera del homenaje que el próximo
                domingo, 10 minutos después de la primera válida para el 5 y
                6, le rendirán las autoridades hípicas venezolanas frente a su
                afición. 
                Albarrán Acosta, ya con el triunfo en las
                alforjas, más sereno y con la gloria a cuestas, señala: "Muchas
                dificultades, propias para un animal que incursiona en un
                escenario distinto, se produjeron durante la etapa previa a la
                competencia; afortunadamente, todo se concretó de manera
                satisfactoria y nos trajimos la victoria para Venezuela". 
                "Las autoridades hípicas, representadas
                por su presidente, el general Luis Espinal Vásquez, estuvieron
                de nuestro lado en todo momento y debemos agradecer públicamente
                cada una de las diligencias que se practicaron para que My Own
                Business entrara en acción en el evento caribeño, incluyendo
                la de su vuelta a la cuadra", indica un Albarrán
                agradecido. 
                En cuanto a la decisión de continuar campaña
                en el óvalo de La Rinconada, suelta: "No puedo ser yo, aun
                siendo el copropietario, el que me interponga en el deseo y
                aspiración de una mayoría que anhela, con fervor y devoción,
                que el animal permanezca en el país ofreciendo su clase
                corredora. Me parece mezquino no otorgarle a la fanaticada la
                cuota que por derecho le corresponde. Allí, ante la reclamación
                popular, hay que entregarse". 
                Ahora, con todo en calma, viene el
                reencuentro con My Own Business, el próximo domingo; luego la
                planificación que hará su entrenador Bellardi, de la
                programación clásica que se le permita. 
                
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