portada 2003

Caracas, 10 de Diciembre del 2003
     

 

 
 
  My Own Business y Seabiscuit

De punta a punta hacia la gloria

Víctor Sánchez Valdivieso
 

Desde hace semanas los cines venezolanos exhiben "Alma de Héroes", un film que recrea la vida pistera de Seabiscuit, un caballo de poca monta, cuyas hazañas lo convirtieron en el ídolo de la afición deportiva de Estados Unidos en momentos en que esa nación sufría los embates de una gran depresión económica. Tanta importancia tuvo, que la prensa especializada lo incluyó entre los atletas norteamericanos más destacados del siglo XX.

Esto viene a colación, porque nuestra hípica también tiene su héroe: My Own Business con su imponente triunfo en el "Confraternidad" disputado en Puerto Rico el pasado sábado cierra a lo grande una de las páginas más brillantes que un caballo nacido en estas tierras haya podido lograr: 34 victorias y más de un millardo de bolívares en ganancias, su nombre queda ya inscrito en los anales del hipismo mundial.

Y es que éste pura sangre, del Stud "Fantasía Albarrán", ha sabido capturar la atención de esos aficionados hípicos que celebraron sus hazañas en La Rinconada, siguieron sus fallidas participaciones en óvalos norteamericanos y que auparon a través de los medios radioeléctricos sus compromisos caribeños. Las veces que defraudó a sus seguidores realmente fueron pocas.

También, su paso por las pistas criollas será recordado porque, al igual que el béisbol y el fútbol, logró hermanar a la frágil sociedad venezolana. Tantos fanáticos se reunían en los espacios del óvalo caraqueño para verlo correr, para observar cómo superaba de punta a punta a sus rivales de turno.

Pero al contrario de Seabiscuit, el hijo de Voyageur no realizará -posiblemente- su carrera de despedida en suelo patrio. Sus dueños lo han vendido para la reproducción. Lastimoso; pero es un momento que le llega a todos los buenos caballos, porque lo demostrado en borinquen indica que las condiciones están intactas para continuar triunfando.

My Own Business (con el perdón de otros consagrados como Don Fabián, El Gran Sol y Catire Bello) más que un caballo, significa esa hermosa conexión entre ídolo y fanaticada, por eso, el mundo hípico venezolano le debe un lugar privilegiado entre los grandes del deporte, así como los norteamericanos lo hacen con su extraordinario Seabiscuit.