El de Chiné regresó como un rey
12/12/2012 05:33:39 a.m. | Llegó deshidratado tras el esfuerzo y el viaje. Le colocaron tres cajas de suero
Por: Antonio José Medina / ajmedina@cadena-capriles.com

CARACAS.- Este martes a las 6:30 de la mañana llegamos a la cuadra del entrenador Juan Carlos Ávila.

El movimiento laboral era incesante. Más atrás estaba Ávila sentado en su segunda oficina rodeada de ladrillos.
Al frente, se ubica el puesto del caballo El de Chiné, ganador del Clásico del Caribe 2012 el pasado domingo en Puerto Rico.

“No se quiere parar, ha pasado casi todo el tiempo acostado. Está agotado de la carrera y del viaje”, dijo Juan_Carlos con cara de preocupación, mientras ajustaba la lista de regalos a los hijos de sus caballerizos.

“Tranquilo, está bien. Ya lo vamos a ayudar”, soltó su asistente, el también entrenador Yanir Hurtado, quien está desde hace cinco meses laborando en la cuadra del año del hipódromo La Rinconada.

Comenzó la faena
Hurtado juntó tres cajas de suero para El de Chiné vía intravenosa, tenía claros síntomas de deshidratación.
Mientras el caballo era hidratado, Yanir reflexionó sobre los detalles que rodean el triunfo.

“Llegó el lunes a las dos de la tarde y a las ocho de la noche fue que ingresó a la cuadra. Un llamado a los organizadores del Clásico: tienen que acostumbrarse a que las estrellas son los caballos. A estos animales hay que beneficiarlos en todo. En su ingreso a los hipódromos porque también se estresan. Ellos merecen una mejor atención”, dijo.

El de Chiné seguía deprimido, pero a medida que iban surtiendo efecto los sueros, el rey del Caribe movía sus orejas y siempre bajo la mirada de todo el equipo.

“Llegó físicamente bien. El único detalle fue un golpecito que se dio cerca del cuadril, pero nada significativo”, acotó el asistente Yanir Hurtado.

Al cabo de media hora, ya El de Chiné cambió la mirada y comenzó a comer pasto. Las tres cajas de suero lo animaron tras doce horas duras de tránsito entre Puerto Rico y Venezuela.

“Es una emoción muy grande”
Así se expresó Rafael Fernández, uno de los principales capataces del establo del entrenador Juan Carlos Ávila.

Mientras Yanir Hurtado estaba con al aprendiz Alberto atendiendo a El de Chiné, Rafael siempre andaba pendiente del campeón y al mismo tiempo, atendía a los potros que se alistaban a subir a la pista en el segundo turno de los traqueos en el óvalo de Coche.

“Fue una emoción muy grande ver ganar a El de Chiné en el Clásico del Caribe. No tengo palabras. Disfruté del Clásico en un centro hípico de Santa Mónica. Cuando lo vi adelante le pegamos tres palos y lo animamos para que triunfara. El año pasado ganamos con Tato Zeta la Copa Confraternidad y este año el Caribe. Quiero dedicarle esta victoria a mi hijo Justin Fernández”, indicó.

Tras las declaraciones de Rafael, volteamos a mirar a El de Chiné. Ya estaba caminando con mejor ánimo en su puesto.

“Paraulata”, el héroe
Los trabajadores del establo no dejaron de lanzarle flores a Enrique Del Giudice, el popular “Paraulata”, el hombre que por segundo año seguido viaja por la cuadra amarilla y vence en un clásico internacional.

En 2011 se entregó con la salud de Tato Zeta en la Copa Confraternidad en Panamá y ahora El de Chiné en Puerto Rico.