‘En cualquier pista hubiera ganado’

El jinete Fernando Jara, de solamente 18 años, celebra el gran triunfo de ayer sobre Ay Papá en el clásico caribeño.
 

Canóvanas – Por un buen rato aparentaba que el trofeo mayor se quedaba en la Isla, pero al final de la prueba la fanaticada local pareció gritar a coro: ‘Ay Papá, ganó Panamá’.

Una vigorosa reacción en la parte final de la carrera le dio ayer al ejemplar panameño ‘Ay Papá’, guiado por el juvenil y ya cotizado jinete Fernando Jara, el triunfo en el Clásico Internacional del Caribe sobre la encharcada pista del Hipódromo El Comandante.

“Superespecial. Desde chico he visto esta carrera y ahora llegar hasta aquí y ganarla es especial”, dijo Jara en un aparte con periodistas en medio de la celebración en el círculo de ganadores.

De apenas 18 años de edad, el ‘jockey’ panameño acaba de cerrar el año en gran forma, tras un importante triunfo en la prestigiosa Copa Criadores en abril pasado en Kentucky.

“Cerrar el año así es fabuloso”, agregó.

Para triunfar ayer, sin embargo, tuvo que venir de atrás hasta rebasar en la última curva al boricua Criador, que había dominado la carrera desde la salida.

“Fue una carrera bien luchada, pero desde la primera parte sabía que teníamos bastante caballo. Solamente dejé correr al otro caballo (Criador) en la primera parte, y esperar el último cuarto para hacerlo correr. Gracias a Dios respondió bien el caballo”, subrayó Jara, restando importancia a la enfangada condición de la pista.

“El caballo en cualquier pista hubiera ganado. No creo que hubiera sido diferente el resultado”, añadió.

Criador, bajo la conducción de Juan Carlos Díaz, tuvo que conformarse con una tercera posición, escoltando también al mexicano Dobil Yack.

Puerto Rico había ganado el clásico pasado con Borrascoso.

“Mi caballo corrió bien y dio el máximo… desde que partió lo pude relajar bien y se puso alante. Sentí que iba relajado, lo dejé que se fuera alante y corrió cómodo hasta la recta final, pero allá me cayó arriba el ejemplar de Panamá (Ay Papá).

“Traté de echar el máximo pa’bajo, pero mi caballo no me cambió de mano y se me quitó un poquito al final”, precisó Díaz, satisfecho por el trabajo realizado.

“M caballo terminó corriendo y para mí hizo su carrera.

“Sentí que iba bien y terminó corriendo, pero los de allá corrían duro también”, enfatizó.

En un distante noveno lugar, y lejos de obtener su primer triunfo en un Clásico del Caribe, terminó el famoso jinete puertorriqueño John Velásquez, sobre el ejemplar mexicano Tenochtitlán, que extraoficialmente corrió por primera vez en una pista encharcada.

“El caballo arrancó muy bien del arrancador, pero no le gustó la pista para nada. No se empleó para nada. Enseguida que pasó por la meta se pegó los frenos él mismo y no quiso ir para ningún lado”, explicó Velásquez.

Consciente de su maleficio en el principal evento hípico de la zona, el orgullo del barrio Buenaventura en Carolina puntualizó que “sería tremendo placer un día lograr una victoria en el Clásico del Caribe… pero será para otra ocasión. Si Dios me da salud, seguiré tratando hasta que ojalá pueda lograrlo”.